Consejos para fotografía de paisajes en climas extremos

Empezó el invierno en el hemisferio sur, por eso aquí unos consejos útiles para los fotógrafos que van a viajar a zonas gélidas.

 

El matrimonio formado por Coulson y Sisse Brimberg son parte del staff de la revista National Geographic, para la que han trabajado durante más de 30 años desde su oficio de fotógrafos de la naturaleza. En un reciente artículo, en el que anuncian su próximo viaje a la Antártida, aprovechan este acontecimiento para brindar una serie de consejos muy valiosos acerca de la fotografía de zonas heladas o climas extremos como el que visitarán.

De estos consejos hemos rescatado aquellos que nos han parecido fundamentales para todos los que recién comienzan, y los que no tanto porqué no decirlo, y deseen aprender un poco más sobre la captura de imágenes en situaciones y condiciones adversas, como las bajas temperaturas del polo sur.

Antarctica ice foto: Coulson-Brimberg El frío y las baterías:

Esto no es una leyenda urbana, es una realidad comprobable que cuando se realizan trabajos fotográficos en climas cuya temperatura desciende a grados bajo cero las baterías de nuestras cámaras fotográficas se descargan más rápido de lo normal por lo que deberá tener en cuenta este detalle a la hora de salir en excursión, ya que luego no podrá regresar para tomar aquellas que debió llevar de antemano. El consejo es llevar siempre dos baterías, y mantenerlas junto al cuerpo para que reciban el calor corporal y así extender un poco más su vida útil. También si fuera posible es recomendable tener otra batería para dejar cargándose en la habitación del hotel o la cabaña.

 

"Un truco rápido para estos días de frío"
Aunque en las especificaciones de las cámaras digitales probablemente se dice que su intervalo de temperaturas de funcionamiento va de los 0°C a los 40°C […] en realidad éste es el rango en el que la batería de iones de litio (Li-ion) funciona al máximo rendimiento. [Si estás fotografíando en zonas de frío] el truco es tener una batería de reserva para la cámara en un bolsillo interno. En cuanto la batería comience a afectar al funcionamiento de la cámara, cámbiala por la de reserva; puedes alternar las baterías de esta forma bastante tiempo. En el frío extremo, algunos fotógrafos utilizan pequeños calentadores de mano (que producen calor por reacción química) para mantener la batería activa.

Canon-LP-E6

El frío y las lentes intercambiables:

Nunca deben intercambiarse las lentes al aire libre cuando se está trabajando en situaciones de frío extremo, ya que tanto la nieve, como el granizo o la simple condensación por pasar de una temperatura a otra, provocarán humedad en el interior del cuerpo de la cámara. Debes tener la precaución de llevar la cámara a un sitio cubierto para realizar estos cambios, también es aconsejable que cada parte de la cámara, su cuerpo y cada uno de los accesorios sean trasladados dentro de bolsas plásticas con cierres herméticos.

 

El frío y la protección de nuestras cámaras:

Cuando se toman fotografías en sitios donde está nevando o hay ventiscas con granizo debemos utilizar nuestras cámaras con una cubierta para lluvia, no olvides que la nieve y el granizo también son agua solo que en otro estado, pero no por eso dejan de producir humedad y esto es muy dañino para tu cámara. Incluso aquellas cámaras réflex más profesionales con sellados herméticos es aconsejable que se utilicen con esta precaución.

 

El frío y la limpieza de las lentes:

No olvides entre tus implementos llevar varios paños limpiadores de lentes ya que en más de una ocasión notarás que estas se empañan y deberás limpiarlo lo más pronto posible y de manera segura; pero sin abrir ni realizar procesos más meticulosos, sobre todo por el entorno en que te encuentras. También recuerda llevar bolsas herméticas para todos tus accesorios, como por ejemplo las tarjetas de memoria; con esto te aseguras de no perder nada de tu trabajo por un mal almacenamiento del mismo.

 

Finalmente Coulson y Sisse recomiendan a todos aquellos valientes que se atrevan a enfrentar sitios como la Antártida que lleven todo el equipaje necesario para estar mucho tiempo bajo un clima realmente extremo; consulten en tiendas especializadas en equipos para la nieve ya que es fundamental estar abrigados pero a la vez cómodos para poder trabajar con libertad. La recompensa sin dudas bien vale la pena, ya que según nos cuentan podrán estar casi a la mano de bellezas únicas como las ballenas jorabadas, pingüinos de todo tipo y tamaño o enormes bloques de hielo tallados por la mano de la más grande artista que pueda existir en este género: la naturaleza.

Fotografiando en Otoño

El otoño es una estación maravillosa para fotografiar en color. La naturaleza, siempre exuberante, nos ofrece en otoño un espectáculo impresionante, incluso para el menos imaginativo de los aficionados.

Por desgracia, es muy probable que esta belleza se nos suba a la cabeza y nos produzca una especie de cos­quilleo en los dedos que nos obligue a disparar la cámara cada vez que vemos una escena o un paisaje que nos gusta, especialmente si el sol se halla “en su justo punto” y quedan pocas oportunidades de hacer la foto.
La mayor parte de quienes hacen cientos de fotografías en color estarán de acuerdo en que los mejores resultados los han obtenido fotografiando temas sencillos y estudios tomados de cerca. Es importante el esforzarse en evitar que el efecto global de una vista rica en colorido llegue a influir demasiado en nuestra capacidad de juicio.

autumn-leaves La clave está en evitar la monotonía, lo cual es más difícil de lo que parece. Una veintena de fotografías en color en donde aparezca un paisaje otoñal resultará sumamente agradable, pero un centenar pueden hacerse pesadas.
No basta con variar la distancia y el ángulo, ni con fotografiar diversos detalles del paisaje. La única solución (a no ser que nos contentemos en dejar que los colores hablen por sí mismos) reside en combinar una percepción selectiva con una técnica cuidadosa.
Por regla general, las hojas de tipo más grande (tilo, castaño de Indias, plátano, haya, etc.) son más fotogénicas que sus congéneres más pequeñas (abedul, carpe, majuelo, etc.), toda vez que estas últimas son propensas a crear una imagen desmenuzada y dispersa.

El mejor procedimiento para medir la exposición, cuando se fotografían hojas a contraluz, consiste en acercar el fotómetro a una distancia de dos a cinco centímetros, de forma que la luz atraviese las hojas antes de llegar al fotómetro.
Entonces será usted quien decida cómo debe ser la foto: si una fiel reproducción de los colores o, por el contrario, si éstos deben ser más intensos o más débiles que en el original.
Tal vez quiera que la riqueza cromática destaque sobre el fondo. En tal caso, la exposición debe ser mínima. Por el contrario, es posible aumentar la exposición de modo que ilumine el fondo y el efecto general, a cambio de sacrificar un poco la intensidad cromática del tema propiamente dicho.

Autumn_Leaves_by_Eredel Las cámaras muy pequeñas son sin duda un instrumento admirable, pero la imagen que vemos en el visor es engañosamente pequeña y, por consiguiente, es fácil que pasen desapercibidos algunos detalles pequeños y superfluos.
El efecto de una foto de cerca puede malograrse por culpa de las hojas deformes que aparezcan en la foto. Asimismo, en las fotos de índole más general se corre el riesgo de que los resultados se echen a perder a causa de la aparición de elementos antagónicos. Antes de utilizar el visor, conviene examinar lo que hay en torno y más allá del tema. Cuando se positiva una fotografía o se ve en el monitor de su PC, los pequeños errores parecen enormes.
La disposición de ramas y hojas en la zona visual no es lo único importante, sino que también lo son (casi en igual medida) el tamaño y la disposición de los espacios intermedios y circundantes. Demasiado espacio restará poder de atracción al tema; demasiado poco dará impresión de constreñimiento.
Algunos árboles como el pino, el alerce, el fresno y el sauce exigen cuidados extras al ser fotografiados. Muy a menudo los espacios entre las hojas son mucho mayores que las hojas mismas y hacen que sea difícil fotografiarlas de cerca.

fall-road Si bien el sol es una gran ventaja, son numerosas las excelentes fotografías que se han obtenido en días nublados o lluviosos. Asimismo, la neblina les da un encanto muy peculiar, aun cuando debe evitarse al fotografiar de cerca. Los bosques se hacen menos espesos y sus contrastes de iluminación más manejables.

Consejos básicos para mejorar tus fotos

La digitalización de la fotografía ha facilitado muchas de las tareas que antes eran realmente trabajosas o de imposible ejecución. Cambiaron los tiempos, y ahora nuestra PC se ha convertido en nuestro laboratorio digital con infinitas opciones. En ciertos casos, un poco más de cuidado por nuestra parte antes de disparar nos ahorraría trabajo a posteriori, pero si el mal ya está hecho Cómo arreglarlo?

 

Toma (Foto 1):

f1 Despues (Foto 2):

f2 Tras aplicar varios ajustes con algún programa de edición obtendremos los resultados deseados . Y no lo olviden: siempre que puedan y la cámara lo permita, disparen en RAW.

 

1 Endereza el horizonte
Este ajuste es extremadamente rápido -no lleva más de un minuto- y es tremendamente fácil de realizar, así que no hay excusa para obviarlo. En Photoshop, por ejemplo, prueba a usar la regla para este cometido. Y es que pocas cosas quedan peor que una foto torcida.
Si no utilizamos guías o cuadrículas a la hora de realizar la foto, es muy probable que el horizonte quede ligeramente torcido. Esta foto ha sido enderezada con herramientas básicas de postedición.

horizonte 2 Manchas en el sensor

¿Algún punto molesto en la imagen fruto de la suciedad acumulada en el sensor de tu cámara de objetivos intercambiables? Mientras te planteas si ha llegado el momento de limpiarlo, trata de eliminar esas tediosas manchas en la foto. Algunos programas ofrecen herramientas específicas para ello (el conocido revelador Lightroom cuenta con la opción "Eliminación de manchas", por ejemplo). Photoshop tiene la herramienta Parche (Patch) que soluciona esto muy bien.

Sé productivo, pues el tiempo que no pases delante del ordenador podrás invertirlo en hacer fotos.

 

3 Agranda al 100%

Los ajustes más críticos realízalos siempre ampliando la imagen a su tamaño real, pues a veces abusar de ciertos efectos puede traerte consecuencias indeseadas. Como ser agregar demasiado ruido a la foto. El día que tengas que hacer una copia a papel, agradecerás haber sido cuidadoso en este paso.

 

Vigila el balance de blancos

¿Tiene tu foto una tonalidad demasiado fría o cálida? Trata de ajustar el balance de blancos, y si has disparado en RAW -hazlo siempre que puedas-, espera que el revelador lo haga por ti. Recuerda que la luz del día suele ir de 5.000 a 5.500 grados Kelvin, y en un día nublado de 6.000 a 6.500. En fotografía de estudio, una carta gris te ahorrará posteriores dolores de cabeza.

balance Altas luces y sombras

Durante la edición de una foto nunca pierdas de vista el histograma. Al realizar ciertos ajustes, como cambiar de espacio de color para subir la imagen a Internet, es fácil que las luces altas se vean afectadas. Ten siempre presente que el uso de herramientas como la recuperación de altas luces puede generar cierta dominante de color en la imagen. De igual modo, la luz de relleno propiciará la aparición de ruido en las sombras más profundas (Foto 2).

 

Disimula el ruido

Tanto si has tenido que realizar una exposición larga como si te has visto forzado a utilizar una sensibilidad alta, trata de reducir el ruido electrónico en el procesamiento. Normalmente, todos los programas suelen traer alguna opción específica, pero procura no excederte en su uso, pues comprometerías los detalles más finos. Una aplicación muy eficaz -y encima gratuita- para este cometido es Noiseware Community Edition.

 

Clona

O mejor: antes de tomar la foto, deshazte de todos esos elementos molestos que no quieres que aparezcan en ella. Si por alguna razón no puedes quitarlos (hay cables que siempre están ahí), intenta eliminarlas posteriormente usando herramientas como el Tampón de clonado del Photoshop. Eso sí, no recurras a este truco si tu foto tiene una finalidad informativa o documental.

 

Alto rango dinámico

Muy probablemente, tu sensor no ha sido capaz de captar todo el rango dinámico de la escena fotografiada (altas luces y sombras). Hasta aquí, ninguna novedad. Si has realizado previamente un ahorquillado (Braketing), trata de fusionar tus imágenes con algún plug-in especifico, o con la herramienta de fusión de Photoshop. Usando otras aplicaciones más populares, como Photomatix, corres el riesgo de que tus imágenes acumulen halos o adquieran un aspecto irreal.

 

Profundidad de campo

¿Has realizado una foto macro y no has logrado obtener suficiente profundidad de campo? La próxima vez, realiza varias tomas (siempre con trípode) y usa un editor como Photoshop CS4 o una herramienta específica como Helicon Focus para fusionarlas. De esta manera, conseguirás una única foto con una gran profundidad de campo, sea macro o de paisaje.

 

Recorta

No tengas miedo en recortar la foto si eso favorece su composición. Ayúdate de la regla de los tercios para conseguir composiciones más interesantes, y recuerda que la regla del horizonte no es válida exclusivamente para paisaje.

recorte

Cuidados de las tarjetas de memoria

Las tarjetas de memoria son quizás una de las partes más importantes del equipo de fotografía digital y a la que menos atención prestamos. Se compran lo más baratas posibles en muchos casos, sin fijarse por ejemplo en la velocidad de escritura de los datos. Esto es muy importante a la hora de hacer disparo en ráfaga!

Sin tarjeta no hay fotos, de la misma manera que antes lo decíamos de los rollos fotográficos. La tarjeta de memoria es donde definitivamente quedan los recuerdos que acabamos de grabar con nuestra cámara de fotos digital, por lo que no está de más que se tengan en cuenta una serie de consideraciones cuando se están usando.

Sandisk Extreme IV Lo más barato no es lo mejor!
Aprovecha las ofertas de tarjetas de memoria, pero evitar las más baratas. Cuando se va a comprar una tarjeta de memoria siempre ver las marcas de renombre SanDisk, Kingston, Transcend, Lexar, etc. El precio,  la marca y la materia prima son importantes, incluso las marcas populares en ocasiones puede producir una tarjeta defectuosa, es menos probable que te encuentres preguntando "donde están todas mis fotos?" sino compras una tarjeta barata.

 

No dejes la tarjeta en el lector de tarjetas
Aunque no creas que esté haciendo nada no la dejes en el lector de tarjetas. Este es uno de los consejos que es más difícil para mí seguir. Hay una tendencia a tomar fotos en una determinada salida y luego bajarlas en el lector de la PC y dejarla conectada por largo tiempo. Parece que no es gran cosa pero mientras esté la tarjeta en el lector el equipo mantendrá la interacción con él.

Baja las fotos y luego retira la tarjeta del lector.

 

Retira las Tarjetas del Ordenador de "Modo Seguro"
Evita tocar físicamente la tarjeta cuando estés subiendo las fotos a tu PC o en procesos de lectura/escritura, uno siempre está cargando electricidad estática y más si tienes alfombra.
Si trabajas en Windows, no te olvides de usar ‘Quitar hardware de forma segura’; si lo haces en Linux, haz clic con el botón derecho en el disco asociado a la memoria y haz clic en ‘Eject’. Evitarás pérdidas de datos o incluso dañar tu tarjeta.

 

Limita el Número de Borrados Desde la Cámara
La regla de oro es limitar al máximo el número de escrituras en la tarjeta, puesto que tiene un número máximo de usos útiles. Evita estar borrando cada dos por tres fotos de la memoria en la cámara: dispara sin miedo, y cuando se llene, usa otra tarjeta. Cuando las hayas subido al PC, formatea la tarjeta. De este modo, sólo realizarás un proceso de borrado global en lugar de varios puntuales. Ya tendrás tiempo en el PC de eliminar las que no te gusten.

 

Si Aparece Algún Error, Deja de Usar la Tarjeta
Si durante su uso en la cámara aparece algún tipo de mensaje del tipo ‘La memoria no puede ser leída’, aunque sólo sea temporal, reemplázala inmediatamente. Es un síntoma claro de que algo empieza a fallar. Es posible que todavía te encuentres a tiempo de salvar alguna foto.

Reformatea Periódicamente tus Tarjetas
Pero ten cuidado de haber salvado todas tus imágenes. A veces, los sistemas de ficheros de las tarjetas se corrompen, sobre todo si se usan en más de un dispositivo al mismo tiempo. Reformatearlas, regenera la tabla de alocación de archivos (FAT), así que es una buena recomendación.

Compact Flash Kingston 8Gb Ultimate 266x Mejor Varias Tarjetas Más Pequeñas que Una Grande
Por varios motivos. Si se te llena (al final, hasta las más grandes se llenan) todavía tendrás otra con la que seguir disparando. Si se te estropea, te pasará tres cuartos de lo mismo. Además, a menudo es más rentable comprar varias que obtener el mismo nivel de capacidad en una tarjeta.

Formatea la Tarjeta en la Cámara en la que la Vas a Usar
A veces, el firmware de las cámaras introduce ciertos elementos específicos que hacen que puedan producirse problemas de corrupción de datos si no se tiene en cuenta en la lectura/escritura desde otro dispositivo. Por eso, formatea la tarjeta en la cámara antes de usarla.

 

Apaga la Cámara Antes de Extraer la Tarjeta
El otro día vi a mi amigo Pedro sacando la tarjeta antes de apagar la cámara. Yo creí que estaba claro pero, por si acaso, recuerdo que es muy conveniente apagar la cámara antes de extraer la tarjeta. No lo pierdas de vista.

 

Cambia las Baterías Antes de que se Agoten Completamente
Si se agota la energía en un proceso de escritura de datos (al tomar una foto), se puede producir una corrupción de datos y arruinar el contenido ya almacenado. No hay riesgo de daños físicos, pero sí de pérdida de información, así que es conveniente reemplazar las baterías antes de que se agoten completamente.

 

Al viajar
Lleva las tarjetas contigo, no sólo por si te las pierden, sino también porque podrían en algunos casos quedar dañadas por los escáners de equipajes, aunque esto último no se ha comprobado, pero sabemos que cada vez son más potentes debido a las medidas de seguridad cada vez más altas.

Consejos al comprar un objetivo usado

Al comprar un objetivo usado y no saber su procedencia, es necesario tomar algunos recaudos antes de cerrar la compra.

Aquí algunos consejos sobre el tema.

 

Primero chequear que todo a simple vista funcione.  Los objetivos siempre tienen botones o switchs para activar el autofocus, el estabilizador de imagen, etc.

 

Autofocus

En caso de objetivos que tengan autofocus se comprueba que este mecanismo funcione perfectamente, que el motor vaya a la velocidad que tiene que ir. A veces, con el uso (o mal uso) se traba el motor, produciendo ruidos, especialmente cuando ese objetivo ha viajado a zonas con mucho polvo o arena (léase playa); es muy común que en ese tipo de zonas entre arena en el objetivo, cosa que provoca un mal funcionamiento del mecanismo interno. Si este mecanismo no funciona, descarten la compra.

 

Anillo de diafragma

Cada vez son menos los objetivos que incorporan el anillo de diafragmas, pero los que aun lo tienen es uno de los factores a comprobar, pues nos podemos encontrar con objetivos que no lleguen a poder posicionarse en los extremos (diafragmas abiertos o cerrados), o que este movimiento vaya muy forzado (puede venir ocasionado por el mismo motivo que nos provoca el mal funcionamiento del AutoFocus, o por un mal engrasamiento del mecanismo). Si este mecanismo ya no funciona, ya no se valora.

 

Anillo de zoom

En el caso de que el objetivo sea de longitud focal variable, es imprescindible chequear este mecanismo de la misma manera que lo hicimos con el anillo de diafragma.

 

Hongos

El “enemigo público número uno” de todo objetivo. Son fáciles de ver si tomamos el objetivo por el frente y miramos a través de él apuntándolo hacia una fuente de luz.

hongos-objetivo

En objetivos de una cierta edad, o que han estado guardados en sitios húmedos, podemos encontrar que aparecen hongos en las lentes. Dependiendo de la cantidad de hongos puede ocasionar que ese objetivo nos muestre unas fotos desenfocadas, en otros casos eso no nos afecta. Pero cuando vemos que tiene hongos el problema está en que estos tienden a expandirse fácilmente, con lo que la compra de ese objetivo peligra.

Si los hongos son pequeños, es posible desmontar el objetivo (en un Servicio Técnico, por supuesto) y hacer una limpieza de esas lentes.

Capítulo a parte una buena forma de evitar estos molestos hongos es, simplemente, guardar nuestro equipo fotográfico en lugares frescos y secos, y siempre que podamos añadir una bolsita desecante de sílica gel (o Gel de Sílice). Estas bolsitas muchas veces nos vienen con zapatos que compramos, ropa, o con nuestro equipo de fotografía, sino se puede encontrar en droguerías.

Fotografía la luz no la tierra…

He aquí una reflexión rápida que me llamó la atención hoy en día al hablar con un amigo que es un entusiasta de la fotografía de paisaje.

Él dijo: “Fotografía la luz no la tierra”

Su teoría es que, es la luz, no los sujetos reales en una escena, los que pueden transformar el clima de una imagen y creo que hay algo de cierto en esto.
Diferentes tipos de luz pueden transformar completamente esa escena del instante irrepetible, de algo que quita el aliento.

He aquí un ejemplo que creo que puede ilustrar este punto bastante bien.

 

Today is a good dayEsox Lucius RobW

11 Falsos Mitos de la Fotografía Digital

Seguramente han escuchado muchas veces estas afirmaciones, la mayoría son un mito, he aquí la explicación.

 

Todo se Puede Arreglar en Photoshop

Estamos acostumbrados a ver transformaciones mágicas de fotos al pasar por Photoshop. Pero la magia tiene límites. Si no has expuesto bien tu foto y has quemado una parte, Photoshop no se puede inventar la información que había ahí: se puede inventar otra, pero no esa. No pierdas la oportunidad de intentar realizar una mejor foto pensando que luego la puedes “arreglar” con Photoshop.

 

Cuanto Más Intensos los Colores, Mejor es la Foto

Una gran foto siempre cuenta una historia. Y esa historia puede estar cargada de alegría y diversión o impregnada de tristeza o melancolía. La gama de colores utilizada debe estar en función de la historia a contar y, en ese sentido, colores apagados, desaturados o fríos, pueden ser nuestros mejores aliados a la hora de transmitir la emoción que buscamos. No lo olvides: buscar siempre los colores más vívidos e intensos puede ser un vicio que deberías descartar cuanto antes.

 

Cuantos Más Detalles, Mejor es la Foto

La profundidad de campo es uno de los recursos más interesantes con que cuenta el fotógrafo para centrar la atención en su fotografía. Para realzar el primer plano, en ocasiones, nos interesa tener un fondo poco definido, sin detalles ni colores intensos. Cuando el ojo humano se enfrenta a una instantánea llena de detalles no sabe en qué centrarse ni decidir cuál es el elemento central de nuestra foto. Así que, en general, conviene decidir qué queremos mostrar en detalle y qué no.

 

No Se Pueden Hacer Buenas Fotos si no Tienes una Réflex

He podido ver fotos muy buenas realizadas con compactas muy económicas. Lo cual no quiere decir que no tengan sus limitaciones, ni que toda foto que se puede conseguir con una réflex se pueda realizar con una compacta. La clave de muchas grandes fotografías es la composición y en estos casos suele ser más decisivo un ojo bien educado que una cámara último modelo.

 

Sólo las Fotos que Cumplen las Reglas de la Composición pueden ser Buenas Fotos

Los grandes maestros del arte de la fotografía saben transgredir las normas y conseguir instantáneas espectaculares. Y es que, sencillamente, hay veces que la belleza no tiene patrones. Pero otras muchas sí, así que no desprecies el valor de conocer bien las reglas de composición y jugar a romperlas. Sobre todo, ten presente que no existen dogmas insuperables en fotografía.

 

Los Grandes Angulares Distorsionan las Fotos

Asegurar eso significa asegurar que el mundo es tal y como lo perciben nuestros ojos. Significa defender que toda forma distinta de ver es distorsionada. Resulta que el ojo humano medio tiene un ángulo de visión a lo ancho de 120 a 140 grados, mientras que los grandes angulares superan ampliamente esa cifra. Por tanto, las fotos realizadas con grandes angulares, muestran en una única captura espacios que nuestra vista no puede cubrir de golpe. O dicho de otro modo: si pudiéramos ver con un ancho de -digamos- 180 grados, lo que veríamos sería lo que un gran angular de unos 10mm captura.

 

La Máscara de Enfoque Conseguirá Arreglar Toda Foto Borrosa

Puedes experimentarlo por ti mismo. La máscara de enfoque en Photoshop sirve para acentuar el enfoque de una foto, no para crearlo allá donde no existe. Si una foto está trepidada o desenfocada Photoshop no puede hacer magia. Recuerda aquello de que Photoshop no puede inventarse la información que no está capturada.

 

Detrás de una Gran Cámara y una Óptica Impresionante Siempre hay un Gran Fotógrafo

El hábito no hace al monje. Si no te has fijado, te animo a que eches un vistazo. Es más frecuente de lo que uno pudiera pensar el ver cámaras impresionantes manipuladas por gente que, ni siquiera sabe cómo sujetarlas correctamente. Se trata, casi siempre, de gente con mucha pasta que piensa que las fotos las hace la cámara y no el fotógrafo. Así que, ya sabes, no te dejes impresionar.

 

Canon es Mejor que Nikon o Nikon es Mejor que Canon

Es una de las cuestiones más planteadas a lo largo y ancho de foros y blogs en la Red. ¿Qué es mejor Nikon o Canon? Yo preguntaría: ¿qué es mejor BMW o Mercedes? ¿Coca Cola o Pepsi? ¿Burger King o McDonald’s?… y probablemente se producirían encendidos debates también. Cuando, lo cierto es que tanto Nikon como Canon pueden ofrecernos excelentes modelos con los que disfrutar de nuestra afición. No vas a ser mejor fotógrafo por tener Nikon en lugar de Canon o al contrario. Así que, seguramente, esta cuestión no sea tan importante.

 

Cuantos Más Megapixels, Mejor es la Cámara

Este ha sido uno de los falsos mitos más arraigados y que, por fortuna, creo que se va descartando. Como probablemente sabrás ya, los megapixels sólo hablan de resolución, pero nada tienen que decir sobre fidelidad de colores, aberraciones ópticas, rango dinámico, ruido y un largo etc. Por otro lado, en los niveles de resolución que nos movemos hoy en día, las diferencias cada vez son menos significativas. Por poner un ejemplo: una cámara de 12 Mpxs permite obtener fotos tan solo un 9,5% más anchas y un 9% más altas (3:2) que una de 10 Mpx.

10 consejos para fotógrafos digitales

Muchas veces escuchamos los comentarios de las cámaras digitales pockets al querer hacer una foto donde el objeto está en movimiento. O me van a decir que nunca sacaron una foto de este tipo y el sujeto u objeto ya pasó!

Está claro que el problema es el retraso de obturación, el irritante tiempo que tardan la mayoría de las cámaras digitales en enfocar y calcular la exposición una vez pulsado el disparador, pero antes de capturar la imagen.

velocidadPero se preguntaron ¿si tampoco funciona el truco de disparar a medias? Que quiere decir esto?
Generalmente es posible evitar el retraso de obturación pulsando el disparador hasta la mitad de su recorrido antes de que comience la acción. De este modo, la cámara pre-enfoca, pre-calcula y adopta esos valores mientras continuemos pulsando el disparador a medias. Entonces, cuando el niño salta del trampolín, basta con pulsarlo a fondo para captar la imagen. Adiós a los retrasos.

 

 

A continuación les ofrezco 10 trucos que todos deberíamos conocer:

1. Basta de retrasos de obturación. Si su cámara presenta problemas de retraso de obturación, será mejor que pruebe el truco del pre-enfoque. Otra opción: muchas cámaras ofrecen una función de enfoque contínuo, que consume más batería, pero también disminuye el retraso de obturación al ir enfocando constantemente mientras encuadramos (o mientras el sujeto se desplaza).

Las cámaras más nuevas y caras tienden a sufrir menos retraso de obturación, y los modelos réflex digitales (es decir, las cámaras de unos 1.000 € con objetivos intercambiables) no presentan ningún retraso.


2. No te creas el mito de los megapíxels
. Una mayor cantidad de megapíxels no hace que una cámara sea mejor.
Los megapíxels indican el tamaño máximo de cada foto. Por ejemplo, una cámara de cuatro megapíxels captura imágenes compuestas por cuatro millones de puntos diminutos. El problema es que los fabricantes de cámaras presumen de su cantidad de megapíxels como si fueran un indicador de la calidad fotográfica, y hay muchos consumidores que acaban picando.

En realidad, el número de megapíxels es un indicador del tamaño, pero no de la calidad. Hay fotos horribles de siete megapíxels, como también las hay espléndidas de sólo tres megapíxels. La calidad del objetivo y del sensor determinan mucho más los resultados fotográficos; es una lástima que no existan estadísticas fáciles de comparar sobre dichos atributos).

Entretanto, más megapíxels obligan a comprar una tarjeta de memoria más grande y cara para guardarlos. Y también a esperar mucho más: entre foto y foto, durante la transferencia al ordenador, y para abrir y editar las fotos.

Sólo hay dos situaciones  en las que conviene tener en cuenta los megapíxels: cuando se quieren hacer ampliaciones de gran formato (por ejemplo, pósters de 50 x 75 cm) y cuando se desea contar con libertad para recortar gran parte de una foto para conservar el encuadre bueno de verdad, dejando aún los píxels suficientes para imprimir copias de tamaño razonable.

Pero si  no vas a editar sus fotos ni necesita ampliarlas mucho, no se deje llevar por la tendencia hacia los megapíxels. Un buen punto de equilibrio se encuentra en los 4 ó 5 megapíxels.

(Otro truco, éste de regalo: las fotos que se van a mirar en una pantalla, ya sea la web, el correo-e o un pase de diapositivas) no necesitan muchos píxels para nada. Probablemente, con dos megapíxels hay más que de sobra para llenar una pantalla de ordenador sin tener que abrir el zoom. Las grandes cantidades de megapíxels tienen que ver sobre todo con la impresión, que requiere una densidad de puntos mucho mayor).


3. Ignora el zoom digital
. Otro de los argumentos que utilizan los fabricantes de cámaras para llegarnos a la billetera es presumir de dos factores de zoom distintos: el óptico (normalmente, 3 aumentos) y el digital (¡10 aumentos! ¡20 aumentos! ¡30 aumentos!).

El zoom digital no es más que una ampliación de la foto. No le aproxima a la acción ni capta más detalles; de hecho, los valores más elevados pueden llegar a estropear las fotos. Para obtener los mejores resultados, deja desactivado el zoom digital. Lo que importa es el número del zoom óptico, que es el del objetivo que le aproxima al sujeto.


4. Tira la tarjeta incluida
. Por desgracia, es práctica habitual incluir con la cámara una tarjeta de memoria de muy poca capacidad: un cebo con el que podrá usted disparar un par de fotos mientras todavía está bajo el árbol de Navidad, pero que se llena con sólo cuatro o cinco fotos.

Por eso, al elegir cámara, hay que contar con el coste de una tarjeta de memoria de capacidad razonable, pongamos 512 MB.


5. Atención al formato
. Hay una variedad inmensa de tamaños y formas de tarjetas de memoria. Los formatos más económicos son el Compact Flash [3] (grande y robusto; la tarjeta de 1 GB cuesta unos 90 €, pero las hay de hasta 8 GB de capacidad) y el SD [4] (unos 100 € por la tarjeta de 1 GB; el máximo son 2 GB).

La mayoría de las cámaras Olympus y Fuji necesitan tarjetas xD [5] (unos 120 € la tarjeta de 1 GB, la de más capacidad), mientras que la mayoría de los modelos Sony utilizan el Memory Stick [6] Pro (unos 160 € la tarjeta de 1 GB, hasta un máximo de 4 GB) o bien el Memory Stick Duo, de menor tamaño (unos 200 € la de 1 GB; el máximo son 2 GB).

Ten en cuenta que hay ordenadores portátiles, de bolsillo, teléfonos móviles, consolas de videojuegos, impresoras, quioscos de impresión fotográfica y otros equipos provistos de ranuras para tarjetas de memoria. Lo más frecuente es que admitan tarjetas Compact Flash o SD. Las ranuras compatibles con Memory Stick son menos habituales, y las ranuras XD una rareza.


6. Investiga
. Por fortuna para los compradores potenciales de cámaras, la web está repleta de sitios, como Dpreview, que prueban y analizan a fondo todos los modelos que se les ponen a tiro. Consúltalos antes de comprar; si tienes apuro, lee por lo menos la introducción y las conclusiones, y mira las fotografías de muestra.

7. Identifícate. No se te ocurra preguntar “¿Qué cámara digital me compro?” a un columnista de tecnología. Sería lo mismo que preguntar “¿Qué coche debo comprar?” o “¿Con quién tengo que casarme?” No existe una única respuesta correcta.
Ahora existen cámaras de diversas categorías, cada una con sus ventajas e inconvenientes. Hay cámaras tan pequeñas como una tarjeta de crédito y de sólo dos centímetros de grueso (llamativas y muy cómodas, pero con pocos controles manuales y poca duración de la batería); cámaras que caben en el bolsillo del abrigo (mayores que las anteriores, pero todavía compactas, con tapa de objetivo incorporada, batería de mayor duración y más funciones); modelos semiprofesionales con zoom (ya no caben en el bolsillo, pero llevan objetivos con super-zoom); y modelos réflex (baterías de larga duración, sin retraso de obturación y unas fotos extraordinarias).


8. Apaga el flash
. El flash de una cámara digital típica tiene un alcance de menos de tres metros. En otras palabras, lo único que conseguirás con él en la obra de teatro de fin de curso es distraer a los actores.

9. Enciende el flash. Por otro lado, hay un buen truco para cuando el rostro de alguien queda en penumbra: encender manualmente el flash. El flash forzado o de relleno rescata de las sombras el rostro del sujeto y salva más de un retrato que de otro modo quedaría reducido a silueta. (En la mayoría de las cámaras, el flash se enciende y apaga pulsando el botón con el “rayito”).


10. Apaga el display
. El display es, sin duda, una de las gracias de la fotografía digital, pero también la principal consumidora de la energía de la batería. Si no te molesta sujetar la cámara frente a los ojos y mirar por el visor óptico, apaga la pantalla cuando haga fotos y duplicará la duración de cada recarga de batería, si la cámara tiene ahorro de energía, actívalo!

Éstos son los 10 hábitos del fotógrafo digital eficaz.

Retratos: la importancia de los ojos

El nene de Wanda - Alberto Clavería

Un consejo fundamental a la hora de hacer retratos es el de enfocar a los ojos. Un retrato mediocre con los ojos bien enfocados siempre tiene posibilidades, pero un aparente buen retrato con los ojos desenfocados tiene todas las de perder.

 

Cómo miramos las fotos

La manera en la que recorremos con nuestra mirada una foto se rige por una serie de factores que dependen del contenido de cada foto en si. Es un proceso inconsciente que no podemos evitar, ya que nuestro ojo ha sido educado para ello.

Entre otros factores, nuestros ojos se mueven por una foto dirigiéndose a zonas con más luz (más claras) y zonas más enfocadas.

Otros elementos que afectan a la manera de recorrer una fotografía son las líneas, reales o imaginarias, que aparezcan en nuestra foto.

Los retratos y el poder de los ojos

Cuando se trata de retratos en los que salen rostros (si el retrato muestra solamente un detalle de la persona en la que no aparecen los ojos obviamente no tiene sentido esta explicación), nuestra mirada se centra inicialmente en los ojos.

Es un gesto inconsciente, intuitivo, basado probablemente en que las personas nos miramos a los ojos en el primer contacto visual aunque podamos retirar luego la mirada para detenernos en otras partes del cuerpo o desviar completamente la mirada.

Cuando un retrato tiene los ojos bien enfocados, la atracción de los ojos y la atracción de la zona enfocada de la foto generan una sinergia que hace que nos cueste apartar la mirada del retrato.

Si por el contrario, los ojos están desenfocados, inconscientemente buscaremos la zona enfocada de la foto mientras en nuestro cerebro se desencadena una batalla interior que hace que no nos decidamos entre dirigir la mirada a los ojos o a la zona enfocada, generando una sensación de incomodidad al contemplar la foto.

En entradas próximas vamos a ver cómo es factible con Photoshop y el manejo de luces y sombras resaltar las zonas de una foto para dirigir la atención a un punto determinado.

Conclusión:

Por último, salvo que estés haciendo algún tipo de retrato artístico en el que juegues con profundidades de campo mínimas y quieras resaltar alguna otra parte del rostro, recuerda que la regla número uno del retrato es que los ojos estén bien enfocados y tengan luz.