Empezó el invierno en el hemisferio sur, por eso aquí unos consejos útiles para los fotógrafos que van a viajar a zonas gélidas.
El matrimonio formado por Coulson y Sisse Brimberg son parte del staff de la revista National Geographic, para la que han trabajado durante más de 30 años desde su oficio de fotógrafos de la naturaleza. En un reciente artículo, en el que anuncian su próximo viaje a la Antártida, aprovechan este acontecimiento para brindar una serie de consejos muy valiosos acerca de la fotografía de zonas heladas o climas extremos como el que visitarán.
De estos consejos hemos rescatado aquellos que nos han parecido fundamentales para todos los que recién comienzan, y los que no tanto porqué no decirlo, y deseen aprender un poco más sobre la captura de imágenes en situaciones y condiciones adversas, como las bajas temperaturas del polo sur.
Esto no es una leyenda urbana, es una realidad comprobable que cuando se realizan trabajos fotográficos en climas cuya temperatura desciende a grados bajo cero las baterías de nuestras cámaras fotográficas se descargan más rápido de lo normal por lo que deberá tener en cuenta este detalle a la hora de salir en excursión, ya que luego no podrá regresar para tomar aquellas que debió llevar de antemano. El consejo es llevar siempre dos baterías, y mantenerlas junto al cuerpo para que reciban el calor corporal y así extender un poco más su vida útil. También si fuera posible es recomendable tener otra batería para dejar cargándose en la habitación del hotel o la cabaña.
"Un truco rápido para estos días de frío"
Aunque en las especificaciones de las cámaras digitales probablemente se dice que su intervalo de temperaturas de funcionamiento va de los 0°C a los 40°C […] en realidad éste es el rango en el que la batería de iones de litio (Li-ion) funciona al máximo rendimiento. [Si estás fotografíando en zonas de frío] el truco es tener una batería de reserva para la cámara en un bolsillo interno. En cuanto la batería comience a afectar al funcionamiento de la cámara, cámbiala por la de reserva; puedes alternar las baterías de esta forma bastante tiempo. En el frío extremo, algunos fotógrafos utilizan pequeños calentadores de mano (que producen calor por reacción química) para mantener la batería activa.
El frío y las lentes intercambiables:
Nunca deben intercambiarse las lentes al aire libre cuando se está trabajando en situaciones de frío extremo, ya que tanto la nieve, como el granizo o la simple condensación por pasar de una temperatura a otra, provocarán humedad en el interior del cuerpo de la cámara. Debes tener la precaución de llevar la cámara a un sitio cubierto para realizar estos cambios, también es aconsejable que cada parte de la cámara, su cuerpo y cada uno de los accesorios sean trasladados dentro de bolsas plásticas con cierres herméticos.
El frío y la protección de nuestras cámaras:
Cuando se toman fotografías en sitios donde está nevando o hay ventiscas con granizo debemos utilizar nuestras cámaras con una cubierta para lluvia, no olvides que la nieve y el granizo también son agua solo que en otro estado, pero no por eso dejan de producir humedad y esto es muy dañino para tu cámara. Incluso aquellas cámaras réflex más profesionales con sellados herméticos es aconsejable que se utilicen con esta precaución.
El frío y la limpieza de las lentes:
No olvides entre tus implementos llevar varios paños limpiadores de lentes ya que en más de una ocasión notarás que estas se empañan y deberás limpiarlo lo más pronto posible y de manera segura; pero sin abrir ni realizar procesos más meticulosos, sobre todo por el entorno en que te encuentras. También recuerda llevar bolsas herméticas para todos tus accesorios, como por ejemplo las tarjetas de memoria; con esto te aseguras de no perder nada de tu trabajo por un mal almacenamiento del mismo.
Finalmente Coulson y Sisse recomiendan a todos aquellos valientes que se atrevan a enfrentar sitios como la Antártida que lleven todo el equipaje necesario para estar mucho tiempo bajo un clima realmente extremo; consulten en tiendas especializadas en equipos para la nieve ya que es fundamental estar abrigados pero a la vez cómodos para poder trabajar con libertad. La recompensa sin dudas bien vale la pena, ya que según nos cuentan podrán estar casi a la mano de bellezas únicas como las ballenas jorabadas, pingüinos de todo tipo y tamaño o enormes bloques de hielo tallados por la mano de la más grande artista que pueda existir en este género: la naturaleza.