Apertura – Velocidad – ISO

Con la llegada de la fotografía digital, las películas fotográficas se han sustituido por un sensor. Pero el mecanismo de exposición es exactamente el mismo, y sigue dependiendo de tres factores.

Si tu cámara lo permite y quieres dejar de utilizar algún día el modo de disparo automático, necesitarás entender el concepto de exposición y conocer cuáles son estos factores y para qué sirve cada uno de ellos.

La mejor manera de explicar el concepto de la exposición es con un ejemplo muy práctico.
Imagina que tenemos un vaso. Tu objetivo es llenar de agua ese vaso. Necesitamos dejar el vaso lleno justo hasta el borde. Si pones poca agua, el vaso no saciará tu sed. Si pones demasiada, el agua se saldrá. En fotografía, cuando ponemos poca agua decimos que la foto está subexpuesta (poca luz), y cuando se desborda está sobreexpuesta (demasiada luz). Este es un concepto fundamental para realizar una fotografía con la cantidad de luz correcta.

Los elementos de que disponemos para controlar la exposición en fotografía son:

  • la apertura del diafragma
  • la velocidad de obturación
  • la sensibilidad ISO

La combinación de estos tres factores nos permitirá obtener una exposición correcta, aunque la medida en que apliquemos cada uno de ellos por separado producirá unos resultados u otros.

Entendiendo la Exposición con Ejemplos
Volvamos al vaso. Ya sabemos cual es la cantidad justa de agua que necesitamos. Ahora sólo hay que saber cómo llenarlo.

Podemos conseguir la misma cantidad de agua de dos maneras. La primera es abriendo mucho el grifo durante muy poco tiempo. La segunda es abrir el grifo menos, y dejarlo durante más tiempo abierto.

En fotografía, la apertura del diafragma es el diámetro de la tubería por la que sale el agua y se mide mediante una nomenclatura denominada números f que probablemente hayas visto en tus objetivos.

Cuanto más bajo el número f, mayor apertura de diafragma y más luz entra. Inversamente necesitamos menos tiempo que el diafragma esté abierto para conseguir una misma exposición.

La velocidad de obturación es el tiempo que mantenemos el grifo abierto.

¿Y la sensibilidad ISO?
Ésta es un poco más difícil de explicar con el ejemplo del vaso, pero voy a tratar de utilizar dos ejemplos.

La primera, piensa que tienes dos vasos. Uno con una piedra dentro y otro con una esponja. A la misma cantidad de agua, el vaso de la esponja rebosa antes porque la esponja se expande al contacto con el agua (es más sensible), mientras que la piedra no varía el volumen que ocupa dentro del vaso.

¿No te convence? Entonces piensa simplemente que cuando cambiamos el valor del ISO lo que estamos haciendo es cambiar de vaso. Cuanto más alto el valor ISO, más pequeño el vaso, y menos agua necesita para llenarse.


¿Cómo afecta el uso de cada parámetro?
Como decía, podemos realizar distintas combinaciones de apertura, tiempo (velocidad) y sensibilidad que nos permitan conseguir una correcta exposición en nuestra foto. Pero cada uno de los elementos genera un efecto diferente en nuestra foto que explicaremos en detalle cuando tratemos cada uno de ellos por separado. Para ir introduciendo el tema, te diré que la sensibilidad ISO afecta al ruido que tendrá la foto, la apertura definirá la profundidad de campo de nuestra imagen (las zonas nítidas y borrosas de la foto) y la velocidad recogerá el movimiento de la escena.