Hay mucha discusiones en los foros respecto de este tema pero a ciencia cierta tenemos 3 premisas concretas:
a) La disyuntiva entre objetivos luminosos y objetivos estabilizados es falsa. Ambos tipos responden a necesidades diferentes.
b) Es una propuesta demasiado general que sería necesario concretar para ciertas longitudes focales.
c) Existen objetivos luminosos y estabilizados.
Para empezar por algún sitio, sería útil conocer que un objetivo se considera luminoso si su apertura de diafragma máxima es de f2.8 o mayor (Número f más pequeño).
En realidad la principal virtud de un objetivo luminoso es que permite profundidades de campo muy pequeñas. Es cierto que, por ejemplo, en interiores es posible realizar fotografías a pulso si elevamos adecuadamente el valor de la sensibilidad ISO. Pero, también es cierto, que si deseamos obtener una cierta profundidad de campo, deberemos de cerrar el diafragma hasta, como mínimo, f8 y en estas condiciones su apertura máxima no supondrá ninguna ventaja.
Por otro lado, un objetivo estabilizado lo que permite es realizar tomas razonablemente nítidas a pulso. En concreto permite utilizar velocidades de obturación entre 3 y 4 pasos más lentas de lo que sería aconsejable dada la longitud focal utilizada (Se considera que para una longitud focal equivalente de f, la velocidad de obturación, medida en segundos, deber ser al menos tan rápida como 1/f segundos.). Es decir. su utilidad es la de conseguir fotografías nítidas usando la cámara a pulso. Si utilizamos un trípode la estabilización no nos servirá absolutamente para nada (De hecho se recomienda desactivarla en estas circunstancias).
Por ello, a la hora de adquirir un tipo u otro de objetivo, debemos de ser plenamente conscientes de para qué lo necesitamos y darnos cuenta de que sirven a propósitos diferentes. Su elección dependerá de cuáles sean nuestras necesidades.