Veamos por un momento nuestro equipo fotográfico y pensemos que es lo que cambiamos más a menudo, acertaste! el cuerpo de nuestra cámara. Los objetivos o lentes fotográficos son una inversión cuyo valor crece a medida que vamos haciéndonos de líneas o gamas de productos más altas. Los cuerpos de las cámaras van cambiando de tecnología mucho más rápido que nuestros lentes.
Esto significa que desde el comienzo de su carrera, el fotógrafo conservara sus lentes e ira cambiando su cámara. Su cámara, al menos en la mayoría de los casos, no tendrá mas de unos años de antigüedad mientras que sus lentes tranquilamente puede tener una década.
Ya que se conservarán los objetivos por un buen tiempo, es importante considerar la forma de almacenamiento mientras no las estés usando o en el momento de ponerlas a descansar un buen tiempo.
El mayor enemigo de las lentes es la humedad, ya que esta genera hongos que se depositan en los cristales internos de la cámara. Los hongos pequeños no son molestos, porque se desenfocan tanto que son imperceptibles en la imagen, pero a veces pueden tomar una forma lo suficientemente grande como para dibujar círculos oscuros o afectar la forma del bokeh. Siempre que vayas a guardar una lente por un periodo de tiempo considerable, no dudes en colocarle cerca una pequeña bolsa de gel de sílice o silica gel. Este gel (que no es un gel, ya que a temperatura ambiente es un solido) tiene una alta porosidad, por lo que lo convierte en un excelente absorbente de agua. Puede absorber hasta un 40% de su propio peso en agua.. Una bolsa junto a tus lentes evitará toda formación de condensación y humedad y prevendrá la formación de hongos.
Suelen venir en componentes electrónicos, equipos informáticos, calzado, bolsos, etc. También se pueden comprar en locales de elementos de eléctrónica; su precio es muy bajo comparado con el beneficio que otorga.
Este gel no es tóxico, inflamable ni químicamente reactivo. Sin embargo, los pequeños envases de gel llevan un aviso sobre su toxicidad en caso de ingestión. Se debe a que el cloruro de cobalto, que se suele añadir para indicar la humedad del gel, sí es tóxico. El cloruro de cobalto reacciona con la humedad, cuando está seco es de color azul y se vuelve rosa al absorber humedad.